Diversidad / Diversión
Últimamente escuchamos la palabra DIVERSIDAD en muchos espacios y circunstancias, de hecho, quizás hasta la apliquemos mucho más que antes para expresarnos, podríamos decir que está de moda la diversidad, ya que los más jóvenes la usan como estandarte para muchas de sus conductas, y los no tan jóvenes la utilizan en debates y páneles donde se tratan los temas de adultos y sociedad.
Sin embargo, en la mayoría de las situaciones sólo se queda en el uso de la palabra, la idea y los debates, pocas veces la vemos en su expresión práctica. Me ha tocado estar con intelectuales en conversaciones profundas en defensa de la diversidad y he escuchado a esas mismas personas, en circunstancias diferentes, juzgar y condenar lo muy distinto a sus costumbres o valores morales.
Pareciera que, como muchas otras cosas, usamos la diversidad según nuestra conveniencia y la apoyamos y destacamos mientras a nosotros no nos meta en algún conflicto con nuestras ideas y estructuras sociales.
Entonces me pregunto ¿será que quizás ni siquiera hemos entendido lo que significa diversidad?, y solo hemos adoptado el término para escucharnos muy actuales y abiertos?.
Vamos a empezar por reconocer el concepto de diversidad, que se refiere a la diferencia o a la distinción entre personas, animales o cosas, a la variedad, a la infinidad o a la abundancia de cosas diferentes, a la desemejanza, a la disparidad o a la multiplicidad.
Como vemos, la palabra que se repite todo el tiempo expresada por sinónimos es DIFERENTE, entonces lo que hace posible la diversidad es precisamente lo diferente. Si pensamos en variedad, pensamos en muchas cosas distintas, cuando vamos a una boutique a comprar ropa, normalmente festejamos la variedad, estilos y prendas diferentes unas de otras. De hecho son más caras las piezas únicas, precisamente porque no existe otra igual a esa. En esas circunstancias amamos la diversidad y de hecho la buscamos. Pero ¿qué pasa con la diversidad cultural o de color de piel o de costumbres o de preferencias sexuales o de formas de vestir, etc? Normalmente cuando hago esta pregunta la mayoría me responde: “Yo no tengo problema con los diferentes, pero cada quien su lugar”. Y aquí digo diferentes por omitir las palabras ofensivas o devaluatorias que usamos para referirnos a otros con quienes no nos identificamos. Pareciera que si estamos cerca y compartimos espacios con esos otros que percibimos tan distintos, nos van a contagiar de eso que los hace tan diferentes. ¿Qué será lo que nos molesta tanto del que rechazamos?, ¿será en realidad la diferencia como tal?
Platicando con un grupo de amigos, donde la diversidad de preferencia sexual es muy abierta y aceptada, llegamos a la conclusión de que quizás el tema no es sólo que seamos distintos, pues vivimos con lo distinto o diferente o diverso todo el tiempo, ¿acaso tu hermano no es diferente a ti? ¿O inclusive tu propia madre?, pero al parecer esa diferencia no nos molesta, pues existen muchas similitudes que nos unen en lugar de separarnos. Tu hermano es con quien creciste y tiene tu misma sangre y educación, sin embargo, con otro ser humano que no encuentras ninguna similitud y sus diferencias te incomodan, le rechazas a veces con sólo verlo y sin conocerle. Pero, ¿ acaso no tenemos mucha similitud todos los seres humanos?, entonces, ¿por qué vemos más las diferencias que nos separan? Es tan diferente para el heterosexual el homosexual como para el homosexual el heterosexual, es tan diferente para el blanco el moreno como para el moreno el blanco, sin embargo, pareciera que hay otro ingrediente además de las diferencias evidentes. Ese otro ingrediente tiene que ver con el poder y la creencia de superioridad donde algunos luchan por conservar lugares de prestigio defendiéndose a través de la separación de las sociedades. Ya conocen el dicho “divide y vencerás”, y si volteas a tu alrededor en este momento histórico, esto es lo que nos rodea y nos ataca todo el tiempo. Luchas entre mujeres y hombres, guerras entre dos países, luchas sociales entre los fifís y chairos, debates violentos entre conservadores y liberales, violencia evidente entre razas, y un sinfín de sucesos en este momento histórico donde se habla tanto de diversidad y se vive todo lo contrario. Se vive un discurso vacío donde la única manera de hacerlo real es experimentarlo.
Ahora bien, también todo tiene que ver con el cristal con que se mire, así que la propuesta de este artículo, además de cuestionar el discurso hueco de diversidad, es proponer otra visión de la misma. Esto es, si asociamos diversidad = diversión, en lugar de diversidad = miedo, quizás empecemos a vivirla más en lo cotidiano. Desde esta perspectiva, lo diferente siempre trae posibilidades y oportunidades de todo, como aprender cosas nuevas, vivir experiencias distintas, comer cosas ricas que jamás probarías, ampliar tu perspectiva de las cosas, abrir tu mente a otras creencias, no sentirte ofendida cada vez que alguien debate alguna de tus posturas, profundizar en tus relaciones, pues al creerte muy diferente en lo superficial, quizás si le buscamos más adentro encontremos más similitudes y cosas que se puedan compartir. La diversidad puede ser lo más divertido que hayas experimentado. Imagínate estar en un retiro con personas muy distintas a ti en todos los sentidos, empezando por el físico, color de piel, forma de vestirte, forma de hablar, gustos e intereses muy raros para ti, comidas extravagantes o inverosímiles para ti, costumbres diferentes, ideologías y religiones diversas, y todo lo que se te ocurra que no has visto o vivido. Quizás lo primero que te viene a la cabeza es: “yo no quisiera ir a ese retiro, ¿qué voy a hacer ahí?”, posiblemente hasta miedo nos daría, pues qué tal que nos hacen algo por sus costumbres, pensarías que te vas a aburrir porque nadie es como tú, o tal vez hasta creas que nadie querría estar contigo por ser tan distinta. Pero si yo te digo que todos los que estarán ahí se sentirán igual que tú, que nadie se conoce y que esta podría ser una oportunidad para conocer el mundo en el que llevas todos esos años viviendo y creyendo conocer, porque viajas a los países a ver monumentos y museos, pero acabas yendo a comer y te hospedas en lugares para los turistas que están adecuados para no ser tan distintos y se sientan como en casa, bueno, en este retiro realmente podrás conocer otros países a través de las personas que los viven cada día y crean esos lugares en la vida cotidiana. Sí, en este retiro conocerás quizás los grandes secretos de la comida griega, o la verdadera intención de la meditación, o la verdadera historia atrás de la supuesta abolición de la esclavitud, por ejemplificar algunas de las muchisimas cosas nuevas que podrías experimentar sólo al interactuar con estas personas tan distintas a ti.
Entonces, ¿no crees que podría ser muy divertido y fascinante realmente entrar al mundo de la diversidad con respeto y apertura?. Pues ese retiro es la vida real, los invitados quizás no siempre son de otros países, pero sí de otras costumbres o de otros colores y situaciones sociales, políticas, ideológicas y económicas, personas que podrían aportar tanto a tu vida, no sólo conocimiento sobre sus formas de entender al mundo, sino también sobre ti misma y tus creencias y prejuicios. A veces, cuando nos damos la oportunidad a abrirnos a la diversidad, nos damos cuenta de que en algunas cosas hemos vivido en el error, y todo por mantenernos en lo conocido y con los conocidos semejantes, que hemos adoptado estandartes que ni siquiera hemos cuestionado ni sabemos realmente si son certeros; le creemos sin preguntar a las instituciones que alguien nos dijo que decían la verdad, somos borregos que se separan de otros por miedo a que lo distinto nos lleve a cuestionar nuestras tan frágiles verdades. Entonces, querida lectora te invito a abrirte y a recibir lo diferente, permítete cuestionar lo que has aprendido, escucha atenta a los que has creído equivocados, pero escúchalos sin juzgarlos; permítete que eso que escuchas cuestione lo que crees que crees, ábrete a conocer otros terrenos en lo religioso, en lo sexual, en lo político. Ve a lugares en tu ciudad que hasta hoy no has conocido por los rumores alrededor de ellos, permite desarrollar y hacer crecer tu curiosidad. Hazlo con respeto y amor, y entonces verás cómo todo tu mundo y tu perspectiva cambian por COMPLETO.