“La base es cocinar con corazón”
Con un éxito rotundo tras seis años de haber empezado el proyecto de Colmillo, Gerardo Soto nos platica cómo ha sido este camino creando platillos que le han dado desde el inicio un lugar privilegiado en la escena gastronómica.
Nacido en Chiapas, de papá chilango y mamá chiapaneca, a los dos años lo llevan a vivir a la Ciudad de México, y a los 21 años, después de terminar la carrera en el Colegio Superior de Gastronomía de la Condesa, decide ir a probar suerte en Monterrey. Este bagaje ha sido de mucha ayuda en su carrera y le ha hecho entender muy bien las características de los ingredientes y platillos del centro, sur y norte del país.
Con 38 años, los pies bien puestos en la tierra y con un éxito ganado a pulso, Jerry Soto sigue creando para beneplácito de los paladares que lo visitan. Imposible no destacar que la honestidad con la que habla, es la misma que reflejan sus proyectos.
Antes de Colmillo
Gerardo Soto, como chef ejecutivo, tuvo la libertad creativa de realizar los menús para Gastronómica Holdings, reconocido grupo de restaurantes que abarca La Nacional, Gallo 71 y algunos otros conocidos restaurantes en Monterrey. En este grupo desarrolló cualquier cantidad de platillos durante cinco años. “Su primer hijo”, como él lo llama, lo llevó a poner en práctica sus conocimientos gastronómicos, mismos que le fueron generando más hambre de crear hasta que llega la oportunidad de darle vida a Colmillo.
El reto
Colmillo nace de la idea de hacer una cocina sin pretensiones, casual, más en el estilo de comfort food. A Gerardo no le gusta repetir platillos que haya hecho en otros restaurantes y, aunque en un principio, tener muchos dont’s para lograrlo tuvo muchos retos, esto lo llevó a hacer una buena curaduría de platillos que le dieron vida al primer menú de Colmillo. En el proceso de creación se dio cuenta de que necesitaba una verdura icónica en el menú y de ahí nace la famosa col asada, que ha sido un éxito rotundo, al igual que el resto de los platillos que son parte de lo que él describe como un “menú callejero”, que incluye tacos, hamburguesas, tostadas, barra fría y postres. Sólo para que se den una idea, la col asada es tan deliciosa que mensualmente se consumen alrededor de tres mil coles asadas en este restaurante.
Otro de los retos ha sido ofrecer calidad a un precio justo. En cuanto a calidad también vale señalar que todos los pescados y mariscos son frescos, al igual que la carne; no congelan nada, tienen un completo respeto a los ingredientes y todo lo cocinan con carbón. El menú de este steakhouse regio incluye la columna vertebral del menú de Monterrey, pero tiene algunas adaptaciones de platillos para los menús de Guadalajara y Ciudad de México.
Adicto a los tacos
Lo que más disfruta comer y cocinar son tacos. Jerry se considera fiel consumidor de tacos, como la mayoría de los mexicanos, y desde los fogones se ha dado a la tarea de darle vida a diferentes tipos de ellos. Su amor y adicción por los tacos también lo llevó a abrir Tacos del Valle, que por ahora sólo se encuentra en Monterrey, y que ha sido un rotundo éxito tras abrir sus puertas en octubre de 2021.
“Es un experimento que ha salido bien padre, queríamos recopilar un poco los tacos perdidos, un poquito olvidados de Monterrey, cuando yo llegué aquí ciertos tacos o enchiladas no eran como yo los conocía y me tardé unos dos años en entender que no tienen que compararse, sino saber que simplemente son diferentes, también me clavé mucho en el rollo de la enchilada y así nació esta idea de tener una taquería con antojitos y un trompo. Hay un montón de taquerías en Monterrey que la están haciendo muy padre y cada uno como que ya agarró su estilo. Tacos del Valle es totalmente una taquería regia, así la defino, remembrando y realzando el sabor del taco regio, que fue lo que a mí me cambió la cabeza. Tenemos tres tipos de trompos, uno rojo “callejero”, hay uno negro que es de puerco con chicharrón de habanero y Xnipec, sabe un poco a cochinita, se llama taco trompo fuego, es un taco que es negro, pero pica y la gente ya sabe que va a picar, el signature y es lo que más se vende, tenemos también volcanes, gringas, tacos de bistec con tuétano, tacos Tlaquepaque, que son tacos bañados de carne deshebrada, volcancitos de aguachile de ribeye, tres tipos de flautas, enchiladas… está coqueta”.
Si ya se les hizo agua la boca, como a mí leyendo este menú, entonces sabrán que la siguiente vez que visiten Monterrey, Tacos del Valle es parada obligada, pero si no tienen planeado ir pronto, la buena noticia es que ya están viendo local para abrir en la CDMX, así que podrán tenerlos al alcance de su boca en un futuro cercano.
Must
•No se pueden perder la col asada, es su platillo icónico y uno de los más vendidos.
•Las lajas de atún o cualquier pescado o mariscos en el menú son de excelente calidad, ni se diga de sabor.
•Los carnívoros no se pueden perder el Porter House.
•Para los que prefieren mariscos, los ostiones al carbón con salsa de piquín y ajo rostizado.
•Y para beneplácito de los que amamos los tacos, los de quemada de filete con tuétano.
•Pollo violado.
•Taco campechano japonés.
•Pastel de bodas, que ha sido un hit desde que iniciaron en Monterrey.