#nolabels
Llenando los escenarios de autenticidad, rompiendo barreras
y quitándose de encima etiquetas Le Grand Enrique Ramil, quiere convesrtirse en ejemplo y role model de nuevas generaciones
Fotos:José Luis Beneyto
Coordinación de moda: Álvaro Montaño Maquillaje y Peiando: Hugo Quiñones
Se está volviendo una costumbre que cada vez que voy a escribir una entrevista no puede faltar mi copa de albariño en mi escritorio, ya hasta me preocupa y comienzo a pensar si tengo realmente un problema o si sólo es una estrategia en la búsqueda de la inspiración, pero hoy domingo, antes de comer, lo necesito con un especial deseo, más si tengo que hablarles del grande Enrique Ramil. Un artista en mayúsculas que se está haciendo un espacio en el mundo del arte con un huella muy singular.
Conocí a Enrique el día que mi amigo Gus, en una llamada telefónica, lo propuso para la edición de diversidad de La Femme. Al colgar el teléfono, junto con mi equipo, investigamos quién era este artista, que según Gus, se convertirá en una gran estrella.
Cuando leímos sobre él, pero sobre todo cuando escuchamos su música nos enamoramos inmediatamente. La pasión que emite en cada palabra es desgarradora, una pasión que toca con su energía hasta la última célula de tu cuerpo. Te hace recordar a las grandes de la canción, como la Jurado o la Guillot. Pero la gran diferencia es que quien interpreta es un hombre cantándole a otro hombre.
Enrique, estamos muy contentos tenerte en este número en el que le das un savoir faire a la edición en la que buscamos la diversidad en todas sus maneras, razas, credos, preferencias y cuerpos, pero sobre todo donde prevalece el talento, arte y pasión.
¿Cómo vives las etiquetas que nos ponen, cómo luchas contra eso y cómo crees que puedes ganar esa batalla?
Bueno, yo creo que la mejor lucha es ser uno mismo, porque en una sociedad tan llena de etiquetas, estereotipos que cumplir, cajas en las que tienes que ocupar espacio y tallas en las que entrar, llega un momento en el que uno dice que si por el simple hecho de existir estoy siendo revolucionario, entonces lo único que tengo que hacer es seguir existiendo ¡y ya! No hay más, llega un momento en el que el mejor mensaje es uno mismo.
Nos hablabas de esa dualidad en ti porque tu imagen es muy fuerte, oso, leather, hombre peludo y grande, pero también te gusta, como decimos en México, “jotear” y divertirte.
Bueno lo de leather no es muy lo mío, en México se asocia mucho el tema leather por lo peludo, yo soy más oso pero de peluche, jajaja, soy como más el oso de Toy Story, el grandote que huele bien, me considero más eso, porque en realidad si me tuviera que definir sería como un niño grande, porque considero que el lugar en donde estoy o hasta donde pueda llegar o todo lo que haya hecho hasta ahora, ha sido gracias a que tengo un niño interior muy exterior, tenerlo siempre a flor de piel y siguiendo los consejos que me da, y eso hace que uno se muestre mas niño todavía, siempre tomo las decisiones como un niño pero las asumo como un adulto con todo y sus consecuencias.
¿Por qué cantarle al hombre? En tu música hay pasión, corazones rotos, engaños, ¿Por qué a Enrique Ramil le gusta el camino del sentir y llorar?
Yo no puedo cantar cosas que no haya vivido y todo lo que he vivido ha sido eso, relaciones con hombres, a la única mujer que le he cantado es a mi madre, porque no he tenido relaciones con mujeres.
Lo que realmente me mueve es cantar cosas que he vivido, contarlas, y sobre todo la suerte que tengo de poder sanarlas en el escenario, a mi novio siempre le digo lo mismo: “esta noche he tenido un concierto y te puesto el cuerno diez veces, porque canté diez canciones que no eran para ti”. En mi caso. lo que hago es contar mi historia en el escenario, y ya luego en la vida real soy más tranquilo, pero en el escenario necesito ese drama, esa telenovela, necesito a esa señora enamorada de alguien que no le hace caso y que ella se queda en casa emborrachándose y hablando por teléfono con las amigas.
¿Te identificas, como un cantante de música romántica o folklórica?
Yo me definiría como un cantante de verdad, porque si no lo siento no lo puedo cantar.
Has trabajado con grandes artistas, pero también en la calle, en bares, como drag queen ¿Crees que todas esas experiencias, te han hecho quien eres hoy?
Me ha hecho fuerte y aprender de todo. Cantar en la calle, en bares, en casamientos o en eventos, hace que uno no se desentrene y cuando llega el momento de tu oportunidad, como fue esa tierra de talento en el que canté una canción de Rocío Jurado, pues tenía todas las herramientas listas, ese es el secreto, no he parado en 16 años y cuando me ha venido la oportunidad, en el año 17, la he podido aprovechar porque estaba activo. Pero creo que de todo se aprende, sobre todo lo que hice en esos 16 años fue lo que me apetecía.
No me cansé de esa vida, estaba muy feliz en Londres cantando en la calle y es una época que recuerdo con muchísimo cariño.
Hablando de Londres… sabemos que hubo dos encuentros muy importantes, uno con Michelle Visage, de Ru Paul Drag Race y otro con la gran Lady Gaga, ¿Cómo fueron esos encuentros?
Cantando en la calle, Michele me vio, se paró, y me escuchó, al terminar la canción fui a saludarla y me dijo que estaba gastando mi talento, que tenía una voz maravillosa y que tenía que estar haciendo otras cosas, su mensaje fue “permítete dar el otro paso”.
Y a lady Gaga, la conocí en uno de sus conciertos promocionales, un showcase y ya sabes, ella con un piano blanco y grande, solo éramos 30 personas y después del show le conté que era cantante, y que había sonado en la radio, etc, y su mensaje fue: “cariño somos iguales, mi ADN no es diferente al tuyo, si yo lo he conseguido tú también puedes!”. Me fui a mi casa macerando eso, como cuando bebes un vino y te queda el sabor, y hasta que pasa un rato no asimilas lo que era. Cuando llegué a casa me quedé pensando en eso y en la experiencia con Michelle, ahí tome la decisión de volver a España y a los 15 días ya estaba trabajando en La Voz España de corista.
Y pasando a lo personal… ¿Cómo vives el amor?
Como se puede. Como permite el mundo del artisteo, a mi pareja lo conocí en Londres cuando yo cantaba en la calle y tengo la suerte que si me entendió ahí lógicamente ahora que canto en lugares más grandes, cuento con su apoyo.
He tenido la suerte de compartir con él muchas etapas mías, cantando en la calle, en hoteles, en TV y aquí sigue, es verdad que lo extraño mucho cuando estoy fuera, pero tampoco creo en la necesidad de respirar el mismo aire 24 horas al día, 7 días a la semana, 12 meses al año, porque el amor es mas la calidad del tiempo que pasemos juntos y no la cantidad, y no me puedo quejar, la vida tiene cosas muy bonitas que te da y luego las extrañas, pero nada es malo.
Ahora estoy en casa y estoy con la familia y cuando empiece a trabajar, se que voy a estar extrañando a mi pareja y a todo el mundo y luego volveré a extrañar estar en el escenario, va por épocas.
Eres un hombre que canta en femenino, evidentemente no sólo lo haces por tu postura de ser gay y que le cantas al hombre que amas, sino que también hay una admiración por la mujer.
En mi caso es, soy un hombre que canto canciones que muchas veces están escritas para mujeres y yo no necesito cambiarlas, porque mi masculinidad no necesita reafirmarse cuando canto una canción.
Por otro lado, sí entiendo a las mujeres, las comprendo, yo he nacido hombre rodeado de mujeres y además considero que hay tanto porqué luchar, incluida la de la mujer, que al final lo que pienso es que si alguien considera negativo que yo cante canciones de mujer, quiere decir que encuentran negativo ser mujer, y ese es un problema que tienen ellos, no yo, ni quien escribe la canción ni quien la escucha, lo tiene quien decide que eso es denigrante y eso es porque en su cabeza tienen un poquito de misoginia y yo voy a dar ejemplo no voy a dar terapia gratis,
¿Quién es tu rol model?
Ese ha sido mi problema, no lo he encontrado, pero crezco con la ilusión de algún día ser el rol model de alguien, que haya alguien que diga “yo quiero ser como Enrique Ramil”, yo he nacido con un montón de referentes y con ninguno me sentido reflejado cien por ciento. Podría ser Tino Cazal, pero lo conocí y empecé a descubrir sus canciones cuando ya era mayor, a Mónica Naranjo la amo, me gusta mucho Boy George, pero los conocí tarde, cuando yo era niño pensaba que yo era raro y ya, nunca me enfoqué en ser como alguien y quiero que las próximas generaciones lo tengan, que haya un niño gordo en su casa que sienta que puede conseguir todo lo que quiera, incluso que no necesita adelgazar para conseguirlo, gordo, gay, una niña curvy o cualquier persona que no encaje en los cánones del entorno en el que vive, sienta que no necesita encajar para poder conseguir sus sueños.
¿Cómo vives la sensualidad, cuál es tu forma de expresarla?
Yo creo que lo más atractivo es quererse a sí mismo, misma o misme, una persona que tiene amor propio, es lo más seductor a la hora de conocer a alguien, no sabemos porqué, pero ese magnetismo lo genera el amor propio y al final de eso se trata, como en la música, todos tenemos nuestro género, y en el mundo del amor todos tenemos a alguien que nos atrae y quien se siente atraído por nosotros
Como chico gordo, te puedo decir que hay una especie de margen de a quien le gusto por dentro y a quien le gusto por fuera, y a veces son las dos cosas. Hay gente que por mi físico soy alguien con quien no estarían, pero los conquista el interior y todo es igual de sano.
Yo crecí pensando que, por el cuerpo que tengo, no merecía ser amado o ser feliz, e incluso llegué a pensar que ni siquiera merecía vivir por no ser capaz de hacer estas cosas que te venden como la disciplina o autocontrol para no comer entre horas. Eso al final también te marca, pensar que tú no le sirves a la ropa cuando en realidad es la ropa la que no te sirve a ti, es algo con lo que creces y qué le vamos a hacer. Que no haya ropa para mí en las tiendas, no significa nada ni me voy ir al infierno por eso. Me busco la vida, la diseño y que me la hagan, y es como buscamos otro tipo de soluciones, al final tiene que importarte poco lo que pase en el exterior cuando tienes el interior claro.
¿Cuál es la prenda fetiche que te gusta ver en una mujer?
Los pañuelos me encantan y me gusta mucho ver a una mujer que los lleva bien, que no sólo se lo pone encima y ya, sino que le buscan una forma creativa de colocarlo. El pañuelo es la prenda que más juego puede dar en una mujer.
También me gusta mucho la mujer que se viste ajustada porque asume y ama sus curvas, estar vestida de una forma con amor propio y que sepan que no necesitan ser pequeñitas o delgaditas para ser seductoras, femeninas y poderosas, no las que disimulan o llevan ropa floja para que no se note.
Todos estos vestidos ajustados, corsés, que lejos de apretar, realzan las curvas.
Cualquier prenda ajustada que deje ver el cuerpo real de la mujer.