Querido Diario

Dime cómo vistes y te diré quién eres. Qué miedito da eso, ¿no? Al menos para mí, que me pongo siempre lo primero que pillo, ya sea para llevar a mi hijo a la escuelita, para pasear a la perra o para quedar a desayunar con una amiga. Es más, si pudiese bajar en pijama, lo haría. A ver, como poder… se puede. Pero ni siquiera mis pijamas son bonitos. Son cómodos. Porque a veces ir arreglada no es precisamente ir cómoda, y si hablamos que es para dormir, yo lo tengo claro… soy de elegir el pijama tres tallas más grande, la parte de arriba metida por dentro del pantalón y como haga frío, los calcetines con el mismo estilo. Mi madre siempre me repetía un dicho: “ande yo caliente, ríase la gente”. Creo que ella no lo decía tan en serio, pero yo me lo he grabado a fuego en el alma. Mamá, soy una homeless cuando me visto por casa gracias a tus consejos. 

La sociedad no sólo te pide ir conjuntada, sino que encima tu ropa dice más de ti de lo que nos creemos. OMG, lo que debe decir mi armario… Según la psicología de la moda, tu ropa permite exponer muchos factores relacionados con la personalidad, la posición social o tu estilo de vida. Por ejemplo, si eres una persona a la que le gusta vestir con marcas, se te puede ver como alguien de una posición social alta, pero también se te puede juzgar como una persona con baja autoestima que intenta imitar a gente exitosa. 

Si tu look es informal casi siempre y no te gusta cambiar de estilo ni destacar demasiado, corres el riesgo de parecer una persona del montón, pero esto te permite transmitir naturalidad. Yo siempre he dicho que soy del montón, pero del montón las guapas. 

Pero espera, que si tus outfits son provocativos porque tienes un cuerpo de escándalo (esto no ocurre si amas las croquetas como yo), corres el riesgo de aparentar inseguridad y que parezca que lo único que puedes ofrecer es tu físico. Menos mal que yo no estoy aquí, porque yo te puedo ofrecer una buena tortilla de patatas al estilo español, pero físico es el que hay (me encanta decir que todavía estoy con el cuerpo de postparto cuando hace ya dos años de eso y no hay nadie que a estas alturas se lo crea). 

Si tu estilo es más informal, pero elegante, estás transmitiendo el mensaje de que eres una persona con gran autoestima, flexible (que lo mismo se come una croqueta que un bocadillo de calamares) y con una personalidad propia (te gusta beber directamente de la boquilla de la botella de cerveza). Eres de las mías, baby. 

Pero si tu armario se basa en colores neutros o apagados, la psicología de la moda dice que evocas poco dinamismo, nunca destacarás y la sociedad te juzgará como una persona sin estilo y un poco introvertida. Lo siento querida, tienes que ir al “Ay Güey” a renovar tu closet. Por cierto, para España, el estilo de “Ay Güey” sería un tipo “Desigual”. Ya me vais entendiendo… 

Y si eres una persona deportista 24/7, lo siento, corres el riesgo de parecer demasiado informal y un poco inmadura. Lo veis, hacer tanto deporte no es bueno… ¡Sois unas inmaduras!

Pero ojo, que ya no es que tengas que pensar en qué combina con qué. Sino que también los propios colores hablan de ti. Por Dios, no sabía que una prenda de vestir sin boca podía hablar más que una cotorra. 

Si te gusta vestir de rojo, transmitirás pasión, poder, seguridad, ambición y energía. Pero cuidado, porque también significa peligro y es un color que estimula la respiración y acelera el sistema cardíaco. Es ideal para situaciones en las que se quiera destacar o en una velada romántica. Así que ojito, que lo que puede empezar bien como una bonita velada podría torcerse y terminar en discusión; más te vale que lleves en el bolso un vestido de otro color o esto termina en sangre.

El amarillo es un color que a mí personalmente no me apasiona para vestir, aunque transmite alegría, vitalidad, inteligencia… pero es un color que llega a saturar con facilidad. 

El naranja transmite cercanía, entusiasmo, ambición, energía… Se puede utilizar para atraer la atención en eventos sociales, pero sin abusar, como con el deporte.

Si eres profesora, el marrón es tu color. Transmite credibilidad, solvencia, estabilidad, calidez… Profesora o que vayas vendiendo enciclopedias por las casas. 

El azul y el gris son ideales para una entrevista de trabajo, porque dice de ti que eres una persona serena, simpática, sofisticada y honesta. El azul marino además transmite seriedad y confianza. 

El blanco transmite pureza, inocencia y pulcritud, pero yo añadiría que transmite la transparencia de la celulitis y las imperfecciones. Por no decir que habla directamente de los tacos de más que te has comido en las últimas semanas. 

El negro es un arma de doble filo (me encanta). Puede transmitir seguridad, autoridad, confianza e inteligencia. Pero también arrogancia, distancia y superioridad, por lo que no está recomendado para entrevistas. Pero tranquila, en entierros es trending topic. No falla. 

Dicho esto, mañana me voy a hacer un buen lío pensando en qué le estaré diciendo con mi ropa a la cajera del súper, al señor de los tianguis, a la profesora de mi hijo… Yo creo que lo mejor es bajar en pijama, porque si la ropa va a hablar de mí, al menos que vaya cómoda, ¿no? 

Y me gustaría recordar dos frases que amo más que la moda, pero menos que las croquetas: “con los años he aprendido que lo más importante de un vestido es la mujer que lo lleva puesto”, de Yves Saint Laurent; “sáltate las normas y ríete de todo”, de Domenico Dolce.

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